Chimbote en Línea.- En el artículo anterior (tiene el mismo título) estaba hablando sobre mi defensa de aquellos a quienes nunca les gusto estudiar. Me quedé explicando sobre cómo nos iba a servir lo que aprendemos en el colegio, como lo íbamos a aplicar en nuestra vida, y planteé una pregunta al final (quizás muy comprometedora): ¿De qué me va a servir estudiar sobre cómo funcionan las neuronas? ¿Acaso voy a conseguir trabajo sabiendo eso?
Me entenderán mejor aquellos que ya tienen un empleo pero también deberían ser consientes ya, aquellos que están a puertas de la mayoría de edad o pronto a salir del colegio, pues yo les digo (a quienes ya trabajan): ¿Acaso ustedes han tenido que aprender la historia de los Estados Unidos para conseguir su empleo? O ¿Aplican en su trabajo todo lo que les enseñaron en la escuela? Ustedes dirán, pero yo creo que ni un solo peruano utiliza más del 50% por ciento de lo que estudió en su colegio en el trabajo.
Yo estoy seguro, por ejemplo, que un futbolista profesional o un atleta no utiliza sus conocimientos de literatura en nuestro país o la fórmula de Pitágoras para recibir su sueldo, y también estoy convencido de que ninguno de sus profesores (a quienes aún estudian) usa conocimientos de otro curso que no sea el que el enseñe para poder trabajar.
Pregúntenles a su profesor de Matemática, por ejemplo, si él sabe algo de la cultura de Mesopotamia (en Asia menor) o si de algo le ha servido aprender ecuaciones y balanceos químicos, no creo a mi sano juicio, que su profesor se ponga a hacer experimentos químicos en plena clase de matemática.
Recuerdo que la semana pasada les pregunté a dos de mis profesores mi intriga sobre la utilidad de lo que ellos mismos nos enseñaban, y curiosamente concordaron conmigo y no sólo eso sino que también me manifestaron que ellos también eran forzados a enseñar cosas que no querían y que ya eran conscientes de que no tenía razón de ser que a un alumno lo desaprueben, pues las personas “burras” no existen.
Lo que pasa es que cada persona es diferente y tiene habilidades especiales y muy diversas, me hablaron de tipos de “inteligencia múltiple”, es decir que unos aprendían viendo, otros haciendo, u otros eran más destacados en el deporte, algo muy contrario a la rígida y estatice educación que nosotros los estudiantes recibimos en el colegio.
¿Acaso son 16 años de estudio (primaria, secundaria y superior) tirados al agua? Lamentablemente más del 50% de todo lo aprendido sí, y esa es la causa principal de que aún seamos un país sub-desarrollado.
Continuara…
ALUMNO: MARIO PEDREROS CARBONEL
GRADO: CUARTO
I.E. : SAN JACINTO
PROFESOR ASESOR: ALBERTO MALABRIGO FLORES
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