Perú, país de cojudos

Chimbote en Línea (Por: Yván Garcés Castro*) “Cojudo a la vela” es una expresión usada en nuestro país para referirse superlativamente a ser tontos. Y de cojudos nos tienen tantos políticos con supuestas cortinas de humo que ellos mismos crean para librarse del escrutinio mediático y de quienes estamos atentos a lo que viene sucediendo en nuestra política farandulera, y existen medios que contribuyen a la confusión, porque eso les da audiencia, lectoría, pues el espectáculo de la política tiene mayores consumidores que la realidad misma.

Los políticos actúan con total impunidad, operan de la forma que les da la gana, inventan casos que la población cree, porque nos toman de cojudos; defendemos a quienes transgreden la ética y atentan contra la legalidad, zaherimos a los defensores de la legalidad, considerándolos subversivos en contra del ‘statu quo’.

Nos gusta la anarquía; nos olvidamos de los vladivideos y de la caída de un régimen corrupto del cual formó parte Keiko Fujimori. No prestamos atención a los petroaudios y menos interesan los narcoindultos de Alan García y compañía. Por su parte, Toledo ofrece lo que en su primer gobierno no quiso ejecutar; y de todos ellos, y sus casos de corrupción no nos preocupamos casi nada, porque no son atractivos para los desinformados jóvenes, más entretenidos en superfluos personajes y chismes que invitan a creer en el mito de que solo “usamos el 10 %  de nuestro capacidad cerebral” y eso nos hace cojudos.

Emprendamos una campaña “NO SEAMOS COJUDOS”, o seguiremos eligiendo ‘avivatos’ de la política que no se preocuparán por la seguridad ciudadana, la generación de empleos, el desarrollo de nuestro enmohecido sistema educativo o la inversión para mejorar en la calidad de vida de los peruanos. Salvo mejor parecer. (*Comunicador social)

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